Lamentablemente, cuando el fútbol abandona su guión natural suele ser para ofrecernos malas noticias. Esta vez, en forma de enfermedad grave. A Miki Roqué, jugador del Real Betis, le han detectado un tumor maligno en la pelvis (de grado 1-2, es decir, bajo-intermedio). Lo que aquí me interesa, más que contar una información que a estas alturas ya todos conocemos, es mandar un simbólico mensaje de ánimo al joven futbolista catalán, de 22 años, que está hundido pero, según dicen quienes le conocen, es una persona muy fuerte. Estoy convencido de que saldrá adelante; ojalá así sea.
Los médicos del club de Heliópolis, con el doctor Tomás Calero a la cabeza, se han mostrado optimistas y dicen confiar en que la intervención quirúrgica haga desaparecer el tumor. El jugador —que ostenta el honor de ser el más joven en debutar con el Liverpool en la Champions League— se limitó a comunicar que se pierde toda la temporada en una rueda de prensa en la que estuvo muy bien acompañado. Le respaldaron desde el presidente, Rafael Gordillo, hasta los empleados del club pasando, como es lógico, por sus compañeros, técnicos y representantes del equipo filial.
A ese respaldo público hay que sumar los muchos mensajes de ánimo que se sucedieron en las redes sociales. En twitter, por ejemplo, este calor masivo fue rápido y evidente; muchos periodistas y compañeros de profesión (Cesc, Agüero, Forlán, Xabi Alonso, Puyol y Piqué son sólo algunos) lanzaron su mensaje de apoyo al jugador bético. Ya hoy domingo, en el partido de su equipo ante Las Palmas, tanto la afición verdiblanca como sus compañeros han dado todo un recital de apoyo al jugador ilerdense: además de pancartas con palabras de aliento, fue el protagonista en varias celebraciones de goles así como en el minuto 26 (su dorsal), cuando la grada comenzó a corear su nombre.
Noticias como esta colocan al fútbol en su justa consideración, para lo bueno y para lo malo. Las cosas quedan en perspectiva. Por eso, lo más importante es que Miki Roqué supere esta enfermedad, independientemente de las temporadas que se pierda. Pero lo que tiene el fútbol es que todo lo multiplica y, más allá de en qué situación quede su prometedora carrera como jugador, el calor público que está recibiendo Roqué es impresionante. Ojalá todo sirva para sumar, como si entre todos formásemos las manos del doctor que va a operarle; porque todos, en parte, unos más y otros menos, estamos tocados por este sufrimiento.
Otros jugadores de nuestra Liga ya superaron casos similares al de Roqué, cuya juventud tiene además que ser un plus en la lucha que mantenga contra el cáncer. Molina, ‘Mono’ Burgos, Penev y Sergio Aragoneses dejaron aparcado el fútbol temporalmente y luego volvieron a retomar sus carreras. Aragoneses, sin ir más lejos, lo sufrió en dos ocasiones y actualmente defiende la portería del Tenerife en Segunda. En NDF confiamos en que Miki Roqué sea fuerte y logre vencer este duro obstáculo, y así, de paso, volver a verle jugar al fútbol. Ánimo y suerte, Miki.
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